miércoles, 5 de septiembre de 2007

TOM FORD, perfume masculino




Por todos es sabida la afición de Tom Ford a la sexualidad provocativa y al erotismo más sensual. El hombre que resucitó de sus cenizas a la venerable casa Gucci no para en su empeño de ofrecer, según palabras suyas, la primera marca de lujo del S. XXI. Después de una acertada colaboración para la reedición de los perfumes más míticos de Estee Lauder y tras la presentación de su propia línea de gafas de sol, de su primer perfume femenino (Black Orchid) y de la apertura de su primera tienda masculina en New York Tom da el salto que tanta gente estaba esperando, un perfume masculino bajo la etiqueta de su propio nombre. La fragancia en cuestión sigue el estilo Ford, un frasco que nos lleva directamente a los setenta, un vidrio duro que protege el dorado elixir. Los que han podido olfatearlo comentan que no deja indiferente, es una fragancia fuerte y muy sexual, como las que ya hizo para Yves Saint Laurent (Nu) o la reedición de Youth Dew de Estee Lauder. Hay incluso algunos que comentan que huele a cocaína, y esto no sería ninguna afirmación exagerada ya que entra dentro de la estética millonaria y decadente de Tom. Lo sorprendente es la publicidad del perfume y es que todos sabemos lo que gusta Tom Ford de la provocación siempre elegante. Míticas son ya sus campañas de Opium con Sophie Dahl, o incluso de Nu con el deportista francés Samuel Decuber desnudo completamente... así que no sorprende a nadie la campaña de promoción de la fragancia. En todo caso enriquece su historia y va más allá en la creación de una marca que con cuatro productos contados ya hace las delicias de miles de amantes de la moda.


En todo caso la pregunta sería, ¿por qué siendo Tom tan homosexual adora fotografiarse con mujeres que lo arañan y desean? Misterios sin resolver.

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